LA PERCEPCIÓN
A través de la percepción captamos el mundo que nos rodea y nos damos cuenta de nuestro propio mundo interior. Pero percibir es un acto más complejo de lo que parece, ya que no nos limitamos a fotografiar la realidad. Un palo en el agua lo vemos torcido, pero «sabemos» que está recto, lo que hace que lo percibamos así. Luego, de algún modo, tendremos que distinguir entre los datos que aportan los sentidos (las sensaciones) y lo que de verdad percibimos. Por eso, podemos decir que más que fotografiar lo real, lo que hacemos es adaptarlo a nuestras condiciones subjetivas, a una serie de factores mentales personales.

Además, de no ser así, todo el mundo percibiría lo mismo.

En realidad captamos una serie de estímulos o sensaciones que nosotros, de un modo casi
inconsciente, agrupamos para formar figuras o imágenes perceptivas. Y podemos organizar o estructurar mentalmente esos estímulos (visuales, auditivos, etc) atendiendo a diversos factores. Buena de prueba de que podemos organizar las sensaciones o estímulos de modo diferente lo constituyen las llamadas figuras reversibles.

Podemos, por tanto, definr percepción como el procesamiento mediante el cual damos sentido o dotamos de significado un sensación. En él la conciencia integra los estímulos sensoriales sobre objetos, hechos o situaciones y los transforma en experiencia útil.